Wiki José Salazar Cárdenas
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Antes de 1946, el desarrollo urbano de Tecomán había sido lento y rústico, ya que hasta esa época era un pequeño poblado de 5 mil habitantes, la inmensa mayoría originarios del lugar. La vida, como en todas las pequeñas congregaciones rurales, era tranquila, apacible, con pocos vehículos, ya que hasta entonces las actividades agrícolas, al no existir el riego, se limitaban al escaso temporal y dependían básicamente del uso de bestias de carga.

Siendo un conglomerado humano situado en una planicie, y de origen no muy antiguo, sus calles fueron planeadas relativamente anchas y rectas, con una orientación norte sur y oriente poniente.

El área urbana se circunscribía en esa época a los siguientes límites:

Por el norte hasta lo que hoy son las calles Obreros y Ejido. Al sur llegaba a lo que actualmente son las calles Pípila y Quintana Roo. Al oriente, el antiguo panteón municipal era el límite. Al poniente se extendía a la línea que forman las calles Colegio Militar y Matamoros.

En ese tiempo solamente existían unas cuantas calles empedradas, las más céntricas, siendo las demás de suelo arenoso.

El tipo de habitación dominante en el primer cuadro del poblado, era de casas con armazón de madera dura, con techos de teja roja de barro y muros de pajarete o de ladrillo. En las orillas eran casas de zacate o de palapa, con cercado de pajarete o de venas de palapa con una enramada anexa.

A partir del empleo del riego agrícola, con la construcción de los canales Tecuanillo o canal Otero y canal Miguel Alemán, que vinieron a beneficiar tierras de particulares, se propició el crecimiento urbano y el incremento de la población, por el inicio de la mecanización en el campo.

La llegada de grandes inversionistas precedentes de la Comarca Lagunera en 1951, que vinieron a implantar la siembra del algodón en gran escala, aceleró el crecimiento demográfico y urbano, al arribar gran cantidad de trabajadores agrícolas necesarios como fuerza de trabajo para esos cultivos.

Debido a ese hecho, Tecomán contaba ya en 1952, con 10 mil habitantes, lo que motivó que las autoridades municipales de ese tiempo, promovieran con éxito su elevación al rango de ciudad, categoría con la que se erigió por decreto de ese mismo año.

El cultivo del algodón solamente se llevó a cabo durante los años de 1951, 1952, 1953 y 1954, ya que lo errático de los temporales y la gran cantidad de plagas que se desarrollaron, lo hicieron incosteable, retirándose del lugar los grandes inversionistas que lo propiciaron.

Quedaron de recuerdo de esa época, las construcciones que se hicieron cercanas a la estación del ferrocarril, consistentes en una planta despepitadora de la fibra blanca y bodegas que todavía permanecen y causan admiración de los jóvenes que no saben a que se dedicaba ese gran edificio de lámina galvanizada en forma de pirámide, que es visible por su altura desde la carretera y puntos cercanos.

El fin del cultivo del algodón coincidió con la puesta en servicio del sistema de canales Amela, que traen agua del río Coahuayana y que vino a incrementar otros cultivos como la palma, el limón y particularmente el plátano.

Esa circunstancia hizo que todos los trabajadores que habían venido al cultivo del algodón, se quedaran a vivir en el valle ya que encontraron trabajo en otros cultivos que crecían en su desarrollo, manteniendo un ritmo sostenido en el desenvolvimiento económico y social del municipio.

Cuando el auge algodonero, se habló del oro blanco y después el término cambió a oro verde, al referirse al cultivo del plátano.

En cuanto se refiere a la construcción, se había acostumbrado desde el siglo pasado en Tecomán - al igual que en todas las cabeceras municipales de la entidad -, la existencia de portales o corredores con techos de teja roja de barro, armazón de madera resistente de la región y pilares del mismo material artísticamente labrados, en los lugares más céntricos y principales calles de la población.

Así estuvieran dotados de corredores, los costados norte, sur y poniente del jardín Hidalgo. El tramo de la calle Dos de Abril comprendido en el costado norte del templo de Santo Santiago donde tiene asiento el curato y el local contiguo en que se alojaba el mercado municipal.

Existían también portales en la llamada Calle Real, hoy Independencia y su continuación 18 de Julio, que partiendo del jardín principal se extendían hacia el norte en su acera poniente, hasta la escuela Niños Héroes. En su acera oriente, los portales únicamente llegaban hasta el sitio que ha sido el eje de Tecomán, que es la esquina de Abasolo per el lado poniente y Ocampo por el lado oriente, en donde ha estado por muchos años una conocida zapatería.

Había asimismo corredores en la calle Medellín, en su acera poniente en el tramo comprendido entre las calles Libertad y Abasolo.

También existieron portales en la calle Hidalgo en la cuadra comprendida entre las calles Libertad y Allende en la acera poniente y en fragmentos aislados de otras calles.

Así permanecieron esos recordados corredores brindando a los habitantes una agradable sombra para transitar en las horas del candente sol o un refugio en las épocas lluviosas, hasta el año de 1965, en que fueron retirados por órdenes de las autoridades municipales, obedeciendo a la idea de proporcionar un cambio a la imagen urbana de la población.

Como remembranza de aquellos tiempos y como una muestra que enseña a las nuevas generaciones como eran esos bienhechores portales, queda ahora la construcción que alberga el curato del templo de Santo Santiago con sus características originales en lo que concierne al portal.

Las calles de Tecomán, en su inmensa mayoría, habían permanecido con su piso natural de arena hasta el año de 1952, en que las autoridades municipales emprendieron el empedrado en gran escala.

En 1953, se reconstruyó el jardín principal que lleva el nombre de Miguel Hidalgo. Se retira el tradicional kiosko y se edifica un foro de cantera gris, en forma de pérgola.

Hasta ese año se habían considerado como ejes de la población los siguientes: norte - sur las calles Independencia y 18 de Julio. oriente - poniente las calles 2 de Abril y Libertad, siendo su cruce la esquina noreste del jardín principal, en donde cambiaba la denominación de las calles.

A partir de entonces el eje oriente poniente se desplazó dos cuadras al norte, siendo así las calles Ocampo y Abasolo las que lo forman y su cruce con la calle Independencia de donde parte la nomenclatura de esas calles.

Igualmente, desde la misma época, cambió la denominación de algunas calles. Los cambios fueron los siguientes:

La calle Colima cambió su nombre por Ejido.

La calle Rovirosa se llamó Obreros.

La calle Sidar cambió a Basilio Vadillo.

La calle Emilio Carranza se llamó en lo sucesivo 16 de Septiembre.

Centenario tomó el nombre de Revolución.

Ramón Corona se llamó después 20 de Noviembre.

La calle Torres Núñez cambió a Colegio Militar.

La calle Jesús Carranza pasó a llamarse Balbino Dávalos.

En ese mismo período se hacen adaptaciones del edificio de la presidencia municipal, construyendo un anexo en que se crea el servicio médico municipal al que se le denomina Cruz Verde. Se le dota de instrumental, oxígeno y ambulancia. La cárcel permanece anexa al edificio de la presidencia.

En 1952 se construye la carretera pavimentada Tecomán Boca de Pascuales.

Entre los años 1950 y 1960, al crecer la zona urbana, se llevó a cabo una ampliación de la red de agua potable y del servicio de alumbrado público.

En 1960 ya eran 16 mil los habitantes de la cabecera municipal.

Entre 1960 y 1970 se techó el templo de Santo Santiago que había sido destruido por los sismos de 1932 y 1941. Se hizo remozamiento del atrio del mismo templo.

En 1962 se terminaron y pusieron en servicio, el edificio de la Escuela Secundaria Federal Gregorio Torres Quintero y el mercado municipal Cuauhtémoc. Se inaugura la estación radiodifusora XETY en la salida de la carretera de Cerro de Ortega.

Entre 1962 y 1963 se construyó el drenaje de la ciudad. Se pusieron en servicio para el sistema de agua potable, nuevos pozos profundos y se amplía la red.

Entre 1963 y 1964 se abrió la calle diagonal López Mateos que se pavimentó en 1965.

Con la apertura de la diagonal, vino un auge en la construcción, durante el cual se levantaron un gran número de edificios que cambiaron la fisonomía urbana.

En 1965 se construyó el boulevard Insurgentes, continuación de la Av. Adolfo López Mateos con rumbo a la estación del ferrocarril.

En 1964 se pone en servicio la carretera pavimentada Tecomán - El Real. Se termina de construir en este mismo año, la primera etapa del templo católico del Sagrado Corazón.

En 1965 se crea el fraccionamiento turístico El Real Pascuales, con la apertura de la carretera costera del mismo nombre. Se inaugura el bachillerato dependiente de Universidad de Colima.

El 15 de septiembre de 1967, se inaugura el actual edificio de la presidencia municipal que se construyó mediante aportaciones de los agricultores del valle.

Entre 1960 y 1970 se registra un gran desarrollo de toda la periferia de Tecomán. Nacen las colonias Las Palmas, San Antonio, Díaz Ordaz y Tuxpan por el sur. La colonia Ponciano Arriaga por el oriente. Por el norte se extiende la mancha urbana hacia los terrenos de la zona urbana ejidal de Cofradía de Juárez. Se forman las colonias Tepeyac y de los Electricistas. Hacia el poniente, la zona urbana crece ocupando los terrenos del Ejido Tecomán y posteriormente en terrenos particulares nacen el fraccionamiento de Francisco Dueñas y la colonia INDECO en terrenos situados en la margen sur de la salida de la carretera de Pascuales.

Entre 1960 y 1970 se inauguran sucursales de varias instituciones bancarias.

En 1966 se inaugura la clínica del I.M.S.S.

En 1969 se cambia el asiento de la feria anual, que se llevaba a cabo en el jardín principal y calles aledañas, a los terrenos en que se celebra actualmente, contiguos a la unidad deportiva norte.

Para 1970 la cabecera municipal contaba con 31 mil habitantes.

A partir de 1970, al incrementarse las áreas de cultivo del limón, se construyen gran cantidad de empacadoras de esa fruta en la periferia de la ciudad.

Al aumentar los trabajos agrícolas, se acrecienta el tránsito de vehículos de motor en la población.


Entre 1971 y 1973, se prosigue con el empedrado de gran cantidad de calles.

En 1972 se le adiciona al edificio de la presidencia municipal la torre en donde está instalado el reloj público.

En 1973 se terminan el mercado Lázaro Cárdenas y el jardín del mismo nombre.

La empresa pionera en la industrialización del limón, Cítricos de Colima, que había nacido en 1956, amplía sus instalaciones entre 1960 y 1970 y nacen en esa década otras plantas industriales de cítricos.

En l974 se agrupan las terminales de autobuses foráneos en el costado norte del mercado Lázaro Cárdenas y jardín del mismo nombre. Se construye el nuevo panteón en la orilla poniente de la ciudad.

Entre 1970 y 1980 la población se sigue extendiendo hacia el norte en terrenos ejidales, naciendo nuevas colonias.

En 1978 se inicia la construcción de unidades habitacionales de INF0NAVIT.

En la década de 1970 a 1980 se construyen nuevos templos católicos y de otras religiones. Crece el número de escuelas de primera enseñanza y jardines de niños. Nace una nueva escuela secundaria federal y varias instituciones de enseñanza media particulares.

En este mismo período se edifican nuevas salas de cine. Nacen nuevos edificios en la zona centro de la ciudad.

Para 1980 la cabecera municipal contaba con 50 mil habitantes.

De 1980 a 1982 se ponen en servicio nuevos pozos profundos para el sistema de agua potable. Se hace reposición de nomenclatura. Se prosigue con el empedrado en gran cantidad de calles.

En 1981 y 1982, se lleva a cabo la remodelación del jardín Miguel Hidalgo y áreas adyacentes, mediante el adoquinado y cierre al tránsito de vehículos en las calles que existían al oriente y poniente del jardín y se construyen andadores en la cuadra de la calle 18 de Julio comprendida entre el mercado Cuauhtémoc y el jardín y la cuadra de la diagonal López Mateos comprendida entre las calles Libertad y Allende.

Se crea una zona arbolada en el primer cuadro de la ciudad en la cual no se tuvo el acierto de escoger con tino el tipo de arbustos convenientes. Se emprendió la labor de forestación plantando árboles del género ficus que alcanzan un gran desarrollo y que de no recibir el cuidado oportuno de podas periódicas, se va a tener que prescindir de ellos, por los daños a las construcciones y cables eléctricos que ocasionarán, pues esos árboles en su pleno crecimiento, alcanzan un tamaño semejante a los laureles de la India.

Entre 1984 y 1985, se realizó la ampliación del drenaje de la ciudad así como el cambio de tubería del agua potable en las calles del centro donde se tendió la red de colectores del drenaje.

Entre 1983 y 1985 se llevó a cabo el acondicionamiento y reacomodo de oficinas en la presidencia municipal y se construyó por parte del Gobierno del Estado, el edificio propio para la Receptoría de Rentas.

En 1985 tuvo lugar el cambio de ubicación de la zona roja y se inicia la construcción del nuevo rastro en terrenos situados al oriente de la ciudad.

Se construye en el mismo lapso la ampliación del reclusorio y nuevas oficinas para la Agencia del Ministerio Público y Policía Judicial, así como el nuevo asiento de la comandancia de la policía preventiva, agrupados en el mismo núcleo.

Se construye entre 1984 y 1985, la unidad deportiva sur.

Se levantan nuevas construcciones de tipo comercial en todo el centro de la ciudad y la imagen urbana se transforma, sobre todo por la presencia de zonas arboladas.

Nuestra ciudad crece a un ritmo acelerado y es desde hace 30 años, la tercera población en importancia en el Estado.

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